Preguntas Frecuentes

Cualquier cámara sirve para comenzar a aprender fotografía, digital, analógica, compacta o réflex, mas grande o mas chica, da igual; ya que los primeros temas a abordar en la cursada no tienen que ver con el manejo de cámara. Hay temas mucho más importantes, así como no tiene sentido preocuparse por la decoración de una casa si aún no se han construido los cimientos. No obstante y a pesar de esa cuestión elemental aunque bastante desconocida, a partir del segundo mes de cursada, sugiero utilizar una cámara que permita seleccionar los índices de exposición (ISO, ASA o sensibilidad) tiempos de exposición y aperturas de diafragma. Cuánto mas amplio sea el rango de posibilidades, mejor. Desde ya que es igual digital, réflex, analógica, compacta, antigua o último modelo.

Los resultados no dependen del instrumento sino del que lo utiliza. Esta obviedad se ha desdibujado por las pulsiones de consumo que nos imponen, pero no tienen mas sustento que la raíz de un mito poderoso.

Desde ya que a la hora de sugerir una cámara para comenzar recomiendo comprar una no demasiado costosa, tanto como para que se pueda acceder también a varias otras cosas que serán igualmente necesarias. Una vez colmadas las necesidades imprescindibles, tal vez convenga mejorar los puntos débiles del equipo, aunque no siempre es necesario hacerlo.

Tal como en Ford y Chevrolet, River o Boca, PJ o UCR, no hay más diferencias que las que las subjetividades puedan imponer. Por mas que quieran creer en esos axiomas universales, no tienen mas validez que las que el sujeto quiera imponerles como acto de fe. Las fábricas de cámaras desarrollan productos más costosos y menos costosos para poder encajar en diferentes espacios del mercado, con más y menos prestaciones, más o menos útiles, con mayor o menor durabilidad, pero no hay marcas mejores y peores por la marca. Si acaso hubiera diferencias no están en las marcas sino en los productos específicos de los que estamos comparando. De esta manera el único factor que nos pudiera servir para evaluar la calidad de un equipo sería comparar los valores de venta en mercados serios inclusive dentro de las listas de precios de un mismo proveedor. Sugiero comparar precios en distribuidores de grandes ciudades del primer mundo, donde el consumo es tal que no les queda otra posibilidad que ajustar el precio a la demanda.

Tal vez el sitio www.bhphotovideo.com o el sitio www.dpreview.com ; ambos en ingles, resulten buen punto de partida. En castellano sugiero www.quesabesde.com . En estos sitios hay funciones comparativas de equipos que pueden resultarles muy iluminadores de la confusión que suele tener quien está a punto de comprar uno. Sugiero abandonar urgentemente la inocente postura de imaginar la compra de algo suprafantástico y ultra profesional por chirolas. Salvo que sea por algún mecanismo turbio, por ejemplo haberse caído del camión, esas cosas no suceden.

Parece una lucha contra los molinos defender las bondades de la fotografía analógica en un mundo propenso a creer firmemente en las maravillas de la tecnología, entidad milagrosa que inclusive reemplazaría y compensaría los desconocimientos del usuario, pero es que para ser absolutamente sincero no puedo dejar de decir, que no hay mas ventaja en lo digital, que el hecho de poder ver el resultado al momento y entonces detectar el error casi inmediatamente; sin que esto implique que se sepa como solucionar el problema. De la mano de este inconveniente va el hecho de mirar la cámara y sus controles creyendo que una lluvia de cambios sobre los modos de utilización mejoraría mágicamente el resultado. Pues debo entonces seguir afirmando enfáticamente que no hace falta una cosa u otra, ya que no es la fotografía digital la que ha hecho grande a esta disciplina de arte, del mismo modo que la guitarra eléctrica no ha torcido el rumbo de la música, ni el software que procesa texto fabrica poetas, ni la caja de cambios automática transforma a conductores timoratos en reencarnaciones del mítico Ayrton Senna.

Es una verdad a medias, ya que en el momento en que se paga una cámara digital se está pagando también una especie de película prepaga con sus revelados incluidos. Desde el momento en el que una cámara digital es adquirida comienza a depreciarse tal como cualquier producto de la tecnología, por ejemplo una PC o cámara de video.

En el caso de las cámaras digitales no podemos pensar en la idea de utilizarlas de por vida, no sólo porque tienen una vida útil, casi siempre medida en disparos y porque además en pocos años sus dispositivos de almacenamiento y conexión serán obsoletos. En este sentido, el costo de los revelados será siempre menor a esa depreciación.

Pero en donde si permite grandes ahorros la tecnología digital, es en la instancia de muestreo ya que se pueden ver los resultados de toma sin necesidad de revelar películas ni realizar copias para ver los resultados en un tamaño que así lo permita. Para la instancia de aprendizaje esto si es un gran ahorro, GRAN AHORRO y mas aún considerando que con el correr del tiempo vemos decrecer el consumo de copias en papel tanto en los laboratorios comerciales como en las formas de impresión domésticas.

Los usos de la imagen en soportes digitales van en aumento para las aplicaciones visuales y audiovisuales de proyección digital e Internet y esta tendencia parece no tener freno. En ese sentido la tecnología digital si es un gran ahorro.

La gran diferencia tiene que ver con cuántos disparos pueden realizar una cámara. Esto es común a las analógicas o digitales. Existen cámaras de uso doméstico, aficionado, aficionado avanzado y profesionales, estas últimas también tienen diferentes prestaciones y aplicaciones específicas desde las más básicas hasta las de alta gama.

Las diferencias están relacionadas con la posibilidad de durar más o menos disparos pero están pensadas y aplicadas sobre la idea de prometer una ventaja por unas pocas chirolas adicionales. Algo así como “agrandar el combo de papas fritas o el tamaño de la gaseosa por unos pesos mas”. El objetivo de estas diferencias es apuntar a diferentes sectores de consumo saciando necesidades no siempre evaluadas con la suficiente objetividad.

Desde ya que a la hora de sugerir una cámara para comenzar recomiendo comprar una no demasiado costosa, tanto como para que se pueda acceder también a varias otras cosas que serán igualmente necesarias. Una vez colmadas las necesidades imprescindibles, tal vez convenga mejorar los puntos débiles del equipo, aunque no siempre sea necesario hacerlo.

Depende del uso que se le quiera dar (cantidad de disparos) y de la velocidad de los cambios en los sistemas de conectividad, almacenamiento de archivos, resolución pretendida y rango al que pertenezca (modelo para aficionados o profesionales). Generalmente no se ven cámaras de más de 5 años en buen funcionamiento por más que si se hubieran guardado en un cajón y sin usarse. Son productos de un período histórico del mercado que no admite la durabilidad extrema. No existe ningún “fordfalcon ni siamditella fotográfico” en la era digital.

Para el inicio de la formación y para fotógrafos con problemas técnicos, sin duda el Curso Integral nivel 1 es la opción adecuada, en esta instancia se aprende todo aquello que tiene que ver con lo que considero imprescindible, que la foto sea lo que el autor quiere, es decir eliminar o reducir al mínimo la dosis de azar en la formación de imagen.

Desde como es que la imagen fotográfica comunica, pasando por manejo de cámara, llegando al punto en el que no importe cual cámara sea ya que todas hacen lo mismo en formas diferentes. En esta instancia se atraviesan todos los temas básicos imprescindibles para poder avanzar en la fotografía sin inconvenientes técnicos.

Las equivalencias se estiman con una evaluación escrita y una entrevista personal en la que el interesado deberá traer un portfolio para revisar cuál es el nivel mas conveniente; de manera que no resulte aburrido por obvio, ni un misterio indescifrable que frene el desarrollo del participante y del grupo en el que se hallara inscripto/a.

Todas las instancias de cursada del Taller de Fotografía se certifican con duración de cursada en horas, período de cursada y contenidos.

No obstante, lo que se obtiene del Taller es conocimientos, en tanto herramientas para poder aplicarlas en la toma fotográfica. Las fotos de los alumnos de este Taller son la muestra cabal de su desarrollo personal, estético y técnico.

Aprender fotografía es aprender a contar en imágenes. Es comenzar a tener algunas certezas en el uso del espacio, del equipo, de la técnica, del código y de los significados que se pueden ver en la realidad y a veces también proyectados en nuestras fotos. Es conocer la formación de la imagen y la construcción del contenido del mismo modo que en el aprendizaje de un idioma cualquiera. De esta manera deberemos sobrepasar la instancia de manejo del equipo, la de modificación de los resultados erróneos y por sobre todo la de sujeción a los estereotipos que lejos de marcar un rumbo como brújula lo hacen como veleta. Del mismo modo, cuando el aprendizaje es en un grupo, no solamente se aprende a contar lo propio sino que además se aprende idioma viendo los resultados de las miradas y voluntades ajenas.

Los grupos son de más de cinco y nunca más de diez personas, el método para formarlos es pidiéndoles todos los datos y cargarlos en un programa de que nos avisa cuales son los días y horarios más solicitados.

Los cursos comienzan durante todo el año y en diferentes días y horarios, salvo los días sábados que son los que se utilizan para los seminarios de especialización o salidas con todos los grupos del Taller. Estos grupos se forman dependiendo de la demanda de dias y horarios de los interesados.

Para entrar en lista de espera solamente hace falta que me pases tus datos personales, además de los días y horarios disponibles, el otro requisito es el pago de una cuota de ingreso, de distinto valor para cada tipo de curso o taller; este pago y su recibo garantiza un número de orden y la fecha de ingreso a lista de espera. Ojala que tu disponibilidad horaria encaje con la de los interesados que hay en lista. Se forman uno o dos grupos por mes y desde ya que cuanto mayor sea tu posibilidad de días y horarios, mas probabilidad tendrás y antes podrás formar parte de un grupo.