Martin Cotella

Gracias por recordar mi paso por el taller. Para mí fue, aunque fugaz, muy enriquecedor. Yo hice con vos Teoría de la Imagen y hay conceptos que me han quedado grabados y me han servido hasta hoy para pensar cómo transformar lo visible (la materia prima) en lo imaginado, aunque mi imaginación es bastante escueta y los intentos en general son mediocres o fallidos a eso hay que sumarle la ausencia de el porcentaje necesario de transpiración (creo que era un 90) que requiere cualquier "obra".
En mi caso ya no volví a interactuar con otros fotógrafos o artistas que usan la fotografía más allá de tecnicismos, no volví a compartir un espacio en común, a hablar de aquello que se nos ocurre y que "nos ocurre si es que acaso nos ocurre algo" (como verás algunas palabras tuyas me han quedado), de buscarle a aquello una traduccion fotografica, de descubrir las posibilidades de un lenguaje, quizá sea así; que uno se va quedando solo en "las búsquedas" , pero a mi me ilusionaba la idea de interactuar un espacio de reflexión, de producción (el sueño de todo estudiante creo! luego de leer alguna historia de "las vanguardias").
El taller como modalidad me encanta! Me parece propicio para compartir mates, para 'garabatear', para retroalimentarse, para intercambiar material, para pensar. Particularmente creo que en el Taller de fotografía se indaga en "una manera de contar" como bien expresan Berger y Mohr, en un lenguaje que tiene sus propios recursos técnicos y discursivos para contar el "cuento".

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